domingo, 23 de noviembre de 2008

Diciembre 2022


Luego de estar unos años afuera, vuelvo para pasar las fiestas en familia.

El taxista que me trae del aeropuerto me habla de la última novela de Paul Auster. Cansado, apenas escucho lo que me dice. Miro, somnoliento, por la ventanilla, noto que las plazas están repletas de personas leyendo. Puedo ver en los bares libros sobre todas las mesas y basta que avancemos unas cuadras para que la vidriera de alguna libreria aparezca frente a nosotros. Me incorporo, bajo el vidrio para que el aire fresco termine de despertarme. Al detenernos en un semáforo una señora que cruza la calle, llevando las bolsas del supermercado, le dice a su amiga: -'No, no... en Cortazar la fuerza de la lectura es centrípeta, mientras que en Borges es una lectura centrífuga que te impulsa hacia un saber enciclopédico'

No logro entender lo que sucede. Donde mire hay alguien con un libro en la mano. Me bajo del taxi. En la puerta de casa me están esperando. Aún antes de soltar las valijas quiero saber qué es lo que está pasando!

-Ah... claro, no sabes nada... fue hace 6 meses...

Murió Tinelli.

PS: este texto lo recibí por mail en cadena el 20 de noviembre del corriente año y así como me llegó, lo copié acá; no sale de mi cabeza más que la eterna adherencia a la causa.